Manzanas
Vemos manzanas prácticamente durante todo el año en el supermercado, ¿pero sabías que es en septiembre realmente cuando empieza su temporada? Su sabor, vitaminas y textura se encuentran en su mejor momento. ¡Te animamos a comprobarlo!
Tienen un efecto relajante
gracias a la presencia de fósforo
El fósforo es un mineral que se encuentra en todas y cada una de nuestras células. De hecho, el organismo necesita fósforo para producir energía y llevar a cabo muchos procesos biológicos de gran importancia. Este componente forma parte de cualquier modelo de alimentación saludable, y como bien hemos indicado más arriba, produce un efecto relajante natural. La manzana, al ser una de las frutas que contiene este elemento, es ideal para ayudarnos a conciliar el sueño, estar más relajados y reducir el estrés. ¿Interesante, verdad?
Previenen procesos inflamatorios
debido a la concentración de quercetina
La quercetina, al ser una molécula presente en la gran mayoría de alimentos y frutas, es fácilmente tolerada por el cuerpo. De hecho, muchos expertos la usan habitualmente para experimentar en los campos de investigación de vacunas debido a su efecto inhibitorio, antiinflamatorio, antioxidante y antialérgico.
Tienen un alto efecto saciante
gracias a la pectina
No es la primera vez que hablamos de este componente, ya que lo podemos encontrar en multitud de pieles de frutas. De hecho, se trata de una fibra natural que se encuentra en las paredes celulares de las plantas. Igual que ocurre con otros tipos de fibra, se produce un efecto saciante que hace más llevadero cualquier proceso de reducción de peso. Eso sí, ¡hay que comerse la manzana con piel!
Receta sugerida
Esta semana nuestra receta tendrá como protagonista la manzana, en una de sus versiones más creativas y deliciosas. Coge bolígrafo y papel… ¡Que hoy cocinamos un timbal de manzana con confit de pato!
Precalentamos el horno a 200ºC, con el ventilador y temperatura en la parte superior e inferior...
Ingredientes
Elaboración
Precalentamos el horno a 200ºC, con el ventilador y temperatura en la parte superior e inferior.
Introducimos el muslo de pato en el horno a altura media y horneamos durante 15 minutos, sin que llegue a dorarse la piel.
Mientras el pato está en el horno, procedemos a preparar la reducción de vino: vertimos el vino en un cazo junto con el azúcar y lo cocinamos a fuego medio hasta que tenga una textura parecida al caramelo líquido. No lo dejaremos mucho tiempo, ya que suele espesarse todavía más cuando se enfría.
Sacamos el muslo de pato, retiramos la piel y troceamos la carne.
Lavamos las manzanas, las pelamos y las cortamos en rodajas muy finas, tratamos de hacerlas del mismo grosor si es posible.
En la misma bandeja de horno en la que hemos introducido el pato, montamos el timbal. Una capa de manzana, y una de trocitos de carne, y así hasta terminar la carne.
Bañamos el timbal con el jugo desprendido del pato y lo introducimos en el horno a 200ºC durante unos 10 minutos o hasta que veamos que los bordes de la manzana están doraditos.
Retiramos del horno, dejamos enfriar un poco y…¡Listo para emplatar!
Ingredientes
Instrucciones
Precalentamos el horno a 200ºC, con el ventilador y temperatura en la parte superior e inferior.
Introducimos el muslo de pato en el horno a altura media y horneamos durante 15 minutos, sin que llegue a dorarse la piel.
Mientras el pato está en el horno, procedemos a preparar la reducción de vino: vertimos el vino en un cazo junto con el azúcar y lo cocinamos a fuego medio hasta que tenga una textura parecida al caramelo líquido. No lo dejaremos mucho tiempo, ya que suele espesarse todavía más cuando se enfría.
Sacamos el muslo de pato, retiramos la piel y troceamos la carne.
Lavamos las manzanas, las pelamos y las cortamos en rodajas muy finas, tratamos de hacerlas del mismo grosor si es posible.
En la misma bandeja de horno en la que hemos introducido el pato, montamos el timbal. Una capa de manzana, y una de trocitos de carne, y así hasta terminar la carne.
Bañamos el timbal con el jugo desprendido del pato y lo introducimos en el horno a 200ºC durante unos 10 minutos o hasta que veamos que los bordes de la manzana están doraditos.
Retiramos del horno, dejamos enfriar un poco y…¡Listo para emplatar!