Castañas
Ya queda menos para el 31 de octubre, uno de los días más esperados del año. En especial para todos aquellos que sienten devoción por alimentos como los panellets, la calabaza, las golosinas y, como no, ¡las castañas! Ya puedes encontrarlas en nuestros supermercados, así que corre a por ellas y aprovecha, ¡que están de temporada y cargaditas de propiedades!
Son aptas para diabéticos
ya que sus carbohidratos son de absorción lenta
En este beneficio cabe remarcar que no podemos excedernos en el consumo de castaña y pretender que nuestros niveles de insulina en sangre no varíen. Por tanto, hay que tener en cuenta que, como en todo, lo que realmente es malo son los abusos. Así pues, en un consumo moderado, sí que está demostrado que las castañas pueden ser consumidas por personas con problemas de diabetes, ya que cuando los carbohidratos se absorben lentamente no se producen tantos picos de insulina en sangre.
Estimulan el sistema nervioso
gracias a las vitaminas del grupo B
Las vitaminas del grupo B, así como los minerales, contribuyen a estimular nuestro sistema nervioso central y, por tanto, prevenir enfermedades de tipo neurológico como podrían ser la esclerosis, cefaleas, alzheimer, y un largo etcétera. Así pues, su consumo es más que recomendable en este aspecto.
Combaten la hipertensión arterial
gracias al bajo contenido en sodio
Las castañas, al tener un alto índice de potasio y uno muy bajo de sodio, se convierten en las aliadas de la regulación de la tensión arterial. Paralelamente a esto, también son beneficiosas para todas aquellas personas propensas a retener líquidos, ya que su efecto diurético nos ayuda a expulsar toxinas.
Receta sugerida
Aprovechando que las castañas están de temporada, hemos elaborado un postre de lo más especial para que ponerlo en práctica en estas fechas tan particulares: Panna Cotta de castañas, ¡apunta!
Primero realizamos el puré de castañas: ponemos las castañas a cocer en agua con una pizca de sal. Las dejamos 20 min y las retiramos. Cuando estén frías procedemos a pelarlas y vertimos 220 ml de leche por encima, previamente calentada. Incorporamos la mantequilla y dejamos que se funda con el calor de la leche, añadimos una pizca de sal y trituramos...
Ingredientes
Elaboración
Primero realizamos el puré de castañas: ponemos las castañas a cocer en agua con una pizca de sal. Las dejamos 20 min y las retiramos. Cuando estén frías procedemos a pelarlas y vertimos 220 ml de leche por encima, previamente calentada. Incorporamos la mantequilla y dejamos que se funda con el calor de la leche, añadimos una pizca de sal y trituramos.
Seguimos con la Panna Cotta: ponemos en un cazo 300ml de leche, la nata, el azúcar y el puré de castañas. Removemos bien y ponemos las hojas de gelatina en remojo.
Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y seguimos removiendo un par de minutos. Escurrimos bien la gelatina y la incorporamos al cazo mezclando bien.
Vertimos la mezcla en el molde y la dejamos reposar hasta que se temple. Después la introducimos en el frigorífico y esperamos a que esté totalmente cuajada (si podemos dejarlo 12 horas mucho mejor).
Emplatamos la panna cotta como más nos guste y añadimos el caramelo líquido o la mezcla que hayamos escogido. También podemos añadir una castaña hervida en la parte superior para darle un toque especial. ¡Voilá!
Ingredientes
Instrucciones
Primero realizamos el puré de castañas: ponemos las castañas a cocer en agua con una pizca de sal. Las dejamos 20 min y las retiramos. Cuando estén frías procedemos a pelarlas y vertimos 220 ml de leche por encima, previamente calentada. Incorporamos la mantequilla y dejamos que se funda con el calor de la leche, añadimos una pizca de sal y trituramos.
Seguimos con la Panna Cotta: ponemos en un cazo 300ml de leche, la nata, el azúcar y el puré de castañas. Removemos bien y ponemos las hojas de gelatina en remojo.
Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y seguimos removiendo un par de minutos. Escurrimos bien la gelatina y la incorporamos al cazo mezclando bien.
Vertimos la mezcla en el molde y la dejamos reposar hasta que se temple. Después la introducimos en el frigorífico y esperamos a que esté totalmente cuajada (si podemos dejarlo 12 horas mucho mejor).
Emplatamos la panna cotta como más nos guste y añadimos el caramelo líquido o la mezcla que hayamos escogido. También podemos añadir una castaña hervida en la parte superior para darle un toque especial. ¡Voilá!