Robellón

Los robellones, también llamados níscalos, son para muchos tan deliciosos como difíciles de encontrar, ya que no todos tenemos esa habilidad especial a la hora de ir por el bosque y encontrar los lugares recónditos que albergan estos hongos. En SPAR te lo ponemos en bandeja en los meses de invierno (nunca mejor dicho)  y te los traemos para que puedas aprovechar sus propiedades. ¡Te las contamos a continuación!

Robellón

Mejora nuestra circulación

gracias a su aporte de yodo

Es bien sabido que el cuerpo necesita yodo para producir hormonas tiroideas. Estas hormonas se encargan de controlar el metabolismo del cuerpo. Cabe decir que, a diferencia de muchos otros componentes, el yodo no se produce en nuestro organismo,  por lo que siempre tendremos que ingerirlo por parte de otros alimentos o suplementos sí o sí. Además de lo mencionado, el yodo contribuye a que el oxígeno llegue correctamente a todos nuestros órganos, facilitando su buen funcionamiento y un flujo sanguíneo mucho más ágil y saludable.

Robellón

Protege nuestras mucosas

ya que contiene Vitamina B3

La vitamina B3 interviene en las funciones del sistema nervioso y digestivo, protegiendo las mucosas intestinales y evitando patologías como el intestino permeable. Incluir el robellón en nuestra dieta durante el iniverno aportará una protección extra a nuestras mucosas internas que, además, nos protegerá frente a patógenos estacionales como el virus de la gripe o el resfriado común.

Robellón

Altamente antioxidante

dado que contiene selenio

El selenio es un micronutriente que, igual que sucede con el yodo, nuestro organismo únicamente obtiene a través de los alimentos. Este mineral es esencial para nuestro sistema inmunitario y, al ser un potente antioxidante, contribuye a retrasar el proceso de envejecimiento, mantener la elasticidad de los tejidos y prevenir la aparición de enfermedades degenerativas.