Hamburguesas
¿Sabías que la creación de la primera hamburguesa tuvo lugar en Hamburgo? Los alemanes idearon una receta de carne desmenuzada con especias regionales y así fue como descubrieron este delicioso manjar. Aún así, varios historiadores sitúan el primer «prototipo» de hamburguesa en las tribus mongolas y turcas del siglo XIV , donde solían desmenuzar la carne del ganado de baja calidad para hacerla más comestible.
Nos sorprende ver como la hamburguesa, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los manjares más recurrentes de nuestra dieta, ya que su fórmula ha ido adaptándose a multitud de sabores y opciones alimenticias. A día de hoy podemos encontrar hamburguesas de lentejas, berenjenas calabaza, espinacas, queso, ¡y podríamos seguir!
A continuación te dejamos algunas de las propiedades más interesantes de la hamburguesa de carne, ¡no te las pierdas!
Aliadas del esfuerzo físico
debido a la concentración de proteínas
Las cantidad de proteínas presentes en la hamburguesa ayudan a sobrellevar el esfuerzo físico y la recuperación muscular. De hecho, unos 85 gramos de hamburguesa pueden aportar 22 gramos de proteína, ¡casi la mitad diaria recomendada para un adulto sano!
Mejoran la digestión
gracias al aporte de potasio
El potasio es un elemento muy importante para el organismo, puesto que se trata de un componente que interviene en la digestión favoreciendo la absorción de nutrientes. Paralelamente, también contribuye en el correcto desarrollo de la función cardíaca y en la contracción muscular, entre muchos otros procesos biológicos.
Regulan los glóbulos sanguíneos
por la presencia de vitamina B12
La vitamina B12 es un nutriente que favorece la formación de glóbulos sanguíneos. Como resultado de esta función, contribuye a la prevención y erradicación de enfermedades como la anemia. Además, la vitamina B12 también es una fantástica reguladora del sistema nervioso central, favoreciendo el equilibrio de funciones físicas y emocionales de nuestro organismo.
Receta sugerida
A continuación te dejamos una receta para que la pongas en práctica con nuestras hamburguesas SPAR. Puedes adaptarla al tamaño que desees, ¡y variarla tanto como quieras! En eso se basa el encanto de la hamburguesa: en su gran versatilidad. ¡Toma nota!
Picamos en trozos muy finos los ajos, un par de rodajas de cebolla y el perejil. Salpimentamos la carne y lo mezclamos todo junto en un bol...
Ingredientes
Elaboración
Picamos en trozos muy finos los ajos, un par de rodajas de cebolla y el perejil. Salpimentamos la carne y lo mezclamos todo junto en un bol.
Una vez tengamos la mezcla con los elementos bien integrados, echamos los dos huevos y los amasamos hasta integrarlos bien en la mezcla. También podemos añadir pan rallado si deseamos darle un poco más de consistencia a la mezcla.
Nos echamos unas gotitas de aceite de oliva en la mano y empezamos a darle forma a la carne haciendo pequeñas bolitas y aplastándolas para conseguir el grosor deseado.
Mientras freímos las hamburguesas, empezamos a preparar el acompañamiento: cortamos pequeños trozos de lechuga, cebolla, tomate, y queso. Aprovechamos también para freír el bacon y tostar el pan en esa misma sartén.
Cuando tengamos todos los ingredientes preparados y pasados por la sartén, empezamos a montar la hamburguesa a nuestro gusto. Utilizamos un pincho de madera y lo clavamos de punta a punta para evitar que se muevan los ingredientes y, de paso, podemos poner algunos elementos decorativos por encima: encurtidos, otras variedades de queso, huevos de codorniz...¡Lo que se nos ocurra!
Ingredientes
Instrucciones
Picamos en trozos muy finos los ajos, un par de rodajas de cebolla y el perejil. Salpimentamos la carne y lo mezclamos todo junto en un bol.
Una vez tengamos la mezcla con los elementos bien integrados, echamos los dos huevos y los amasamos hasta integrarlos bien en la mezcla. También podemos añadir pan rallado si deseamos darle un poco más de consistencia a la mezcla.
Nos echamos unas gotitas de aceite de oliva en la mano y empezamos a darle forma a la carne haciendo pequeñas bolitas y aplastándolas para conseguir el grosor deseado.
Mientras freímos las hamburguesas, empezamos a preparar el acompañamiento: cortamos pequeños trozos de lechuga, cebolla, tomate, y queso. Aprovechamos también para freír el bacon y tostar el pan en esa misma sartén.
Cuando tengamos todos los ingredientes preparados y pasados por la sartén, empezamos a montar la hamburguesa a nuestro gusto. Utilizamos un pincho de madera y lo clavamos de punta a punta para evitar que se muevan los ingredientes y, de paso, podemos poner algunos elementos decorativos por encima: encurtidos, otras variedades de queso, huevos de codorniz...¡Lo que se nos ocurra!